Arrancan las semifinales con un Real Madrid-Valencia Basket al que los de Laso llegan con una lista enorme de bajas y casi sin efectivos en la dirección.

Hoy comienza una semifinal de playoff con el que será el sexto partido del curso entre Real Madrid y Valencia Basket. Por ahora, 3-2 para los taronja, que ganaron los dos partidos de fase regular de Euroliga y se impusieron también en uno de los de Liga a los de Pablo Laso, algo que solo lograron ellos y el Barça. Para los blancos fueron el duelo liguero en la Fonteta y el de cuartos de Copa. El Valencia está ante una oportunidad óptima porque, en este formato de series al mejor de tres, un triunfo les daría la opción de sentenciar en su pista, el martes. No sería fácil porque el Real Madrid no ha perdido fuera en competición doméstica: 19-0 si se suman los 18 triunfos de fase regular y el de cuartos en pista del Gran Canaria. Un dato asombroso.

La situación es propicia para los valencianos porque el Real Madrid llega en cuadro, bajo mínimos en la dirección después de 48 horas catastróficas en las que se sucedieron las malas noticias. Lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda de Nicolas Laprovittola y lesión muscular en el gemelo derecho de Sergio Llull, ambos percances confirmados oficialmente por el club y que dejan a Pablo Laso casi sin opciones en la dirección. Queda Carlos Alocén y seguramente el técnico vitoriano tenga que echar mano del canterano Juan Núñez, que aún no ha debutado con el primer equipo y que estaba disputando la fase final de la Euroliga júnior.

El italiano Matteo Spagnolo, que ha trabajado con la plantilla blanca este curso, no puede ayudar porque sufre un problema físico que también le ha impedido jugar con el júnior en Valencia. Y Alberto Abalde, que también ha jugado minutos como director de juego, está fuera por COVID. Así que quedan Alocén, Núñez y Fabien Causeur, que ya ha hecho en el pasado de base de emergencia. Así será en semifinales y puede que en una hipotética final, porque Laprovittola está casi descartado y Llull sería duda, en el mejor caso, en caso de que los blancos avancen. El calendario no da tregua: todo se juega a tres partidos y el próximo domingo se pondrá en marcha la final.

Laso tampoco podrá contar con Thompkins y Felipe Reyes, una plaga de ausencias a las que se suma la de larga duración de Anthony Randolph. Muchos problemas contra un rival en un gran momento, que ha superado al Baskonia, el campeón de la pasada temporada, en cuartos de final. Y que tiene a un líder como Nikola Kalinic (29 de valoración en el tercero ante los vitorianos), un alero que gusta mucho en el Madrid, y una batería de interiores capaz de plantar a los del Real Madrid: Tobey, Labeyrie y el eterno Dubljevic, que ya sabe lo que es dar buenos disgustos a los de la capital, tratarán de contrarrestar a los Garuba, Poirier y un Tavares que busca su ritmo tras sus semanas de baja antes del playoff.

Se trata, en todo caso, de un duelo con sabor a clásico en el baloncesto español moderno. Solo en la lucha por el título de Liga, es el quinto enfrentamiento desde 2015, el cuarto en semifinales: en las tres anteriores avanzó el Real Madrid, que sin embargo cayó en la final de 2017, un éxito estruendoso del Valencia Basket. En ese tramo solo han dejado de encontrarse en 2018. La pasada temporada compartieron grupo en la fase final pospandemia. Los de Laso ganaron el partido de la liguilla, pero el Valencia pasó a semifinales como primero de grupo mientras que el Real Madrid se quedó fuera y terminó el campeonato en quinta posición.

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