Los Cavs están de bajón: 5 derrotas en los últimos 6 partidos y problemas en los dos lados de la pista. En Ohio, ahora sí, se acuerdan de Ricky Rubio.

Lo que todo el mundo preveía hace mucho tiempo ha pasado ahora. Y eso no hace sino hablar extraordinariamente bien de los Cavs, que han entrado por fin en crisis después de que mucha gente lo dijera e incluso lo deseara. El equipo de J. B. Bickerstaff lleva una temporada extraordinaria, en la que es el equipo más divertido, la historia más bonita y la revolución que mejor han recibido los aficionados. Excepto ese pequeño grupo que, solo por tener razón, dijo que iba a pasar algo que, en última instancia, ha pasado. El equipo de Ohio lleva 5 derrotas en los últimos 6 partidos, su peor racha del curso, ha bajado hasta la quina posición de la Conferencia Este y tiene problemas en ataque y en defensa sin que nada ni nadie sea, o parezca, capaz de reaccionar de forma firme.

Puede ser algo pasajero o un gran bajón que destroce las posibilidades de los Cavaliers de superar alguna ronda en playoffs. Y, aunque eso ocurriese, no se empañaría la gran temporada que hemos visto del equipo de Ohio. De una forma u otra, los Cavs tienen que superar este bache y empezar a buscar soluciones. No de forma desesperaza, pero sí con una necesaria presteza. Están empatados con los Celtics, sextos, y tienen a los Raptors a 1,5 partidos y a los Nets, un equipo que puede pisar el acelerador en cualquier momento, en el octavo puesto. Sería una gran injusticia, no se puede ver de otra manera, que los Cavs tengan que disputar el play-in tras semejante temporada. Con 19 partidos por delante, hay poco margen para los que vienen por detrás. Pero los Raptors, y esto es obvio, están muy cerca de superarles en la clasificación.

Ante los Hornets, los Cavs recibieron 119 puntos tras encajar 127 de los Timberwolves, 106 de unos tristes Pistons, 124 de los Hawks o 103 de los Sixers en esta racha. Una defensa cuestionable en una racha en la que también han tenido problemas en ataque: los 93 puntos que anotaron a los ya mencionados Sixers o los 103, muy pocos, con los que no pudieron superar a Detroit, es una buena muestra de ello. En el encuentro contra Charlotte se han quedado apenas en 98, una cifra paupérrima en una paliza inequívoca, en la que han fallado 21 de los 31 triples intentados, han perdido 14 balones y se han quedado en 18 pírricos puntos tanto en el segundo como en el último cuarto. También superados en rebotes (45 a 37) y en asistencias (32 a 21), los de Ohio han ido todo el rato a remolque, ya perdían 64-49 al descanso y generaban muchas dudas mientras, en el tercer periodo, Bickerstaff era expulsado por protestar airadamente una falta que los árbitros señalaron a Cedi Osman.

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