Salvo que mejore mucho la situación en lo que queda de temporada, la idea de los Lakers es desprenderse de Westbrook cuando llegue el verano.
Las convulsiones no han parado desde que Russell Westbrook llegara a los Lakers el pasado verano procedente de los Wizards. El intercambio con jugadores como Kyle Kuzma, Montrezl Harrell o Kentavious Caldwell-Pope se adivinaba complejo por la irregularidad mostrada por el que fuera MVP de la NBA desde, precisamente, que ganó ese premio. Y se ha confirmado a lo largo de una campaña que ha ido entre del cabreo al hastío en varios grados que se han prolongado durante meses. La 2021/22 no ha acabado y los angelinos, golpeados por los problemas físicos de LeBron y Davis y por una confección de plantilla a todas luces fallida, aún tienen opciones de llegar a buen puerto. Sea como fuere, ya hay un pensamiento claro en torno al futuro de Westbrook en el equipo: su etapa allí no debe superar este año.
Jake Fischer, informador de Bleacher Report, es meridianamente claro en la solución en base a sus fuentes: “En cualquier caso hay un interés mutuo en encontrar un nuevo hogar para Westbrook el próximo verano”.
Muchos millones y poco feeling
El contrato de Westbrook expira este verano sólo si él quiere. Altamente improbable sabiendo que tiene una opción de jugador a la que acogerse para ganar 47 millones de dólares por la temporada 2022/23. Una de las opciones que da el periodista es cortarle una vez haya aceptado ese montante y esparcir ese dinero a pagar durante varios años para tener más flexibilidad salarial. Es lo que se hizo, en su día y en ese equipo, con Luol Deng. En esta variante los Lakers tendrían espacio para firmar a un jugador con la excepción bianual y a otro por encima del mínimo salarial con la excepción de equipo por encima del tope pero sin impuesto de lujo.
Otro escenario que podría darse es el que llevar a Westbrook a otro equipo junto a un importante pick del draft. En las fallidas negociaciones con los Rockets para cambiarle por John Wall no introdujeron su primera ronda de 2027, que esta vez podría caer al igual que entra en juego la primera ronda de 2029. Dos opciones más para compensar a una franquicia que absorba el contrato del ‘0’.
Se añade además su situación deportiva. Está por debajo de sus medias de acierto en los triples (28,6%) y en el total de tiros de campo (43,2%), pero más allá de los números se ha puesto de manifiesto su incapacidad para manejar al equipo desde el puesto de base. En el equipo se le ve como un líder vocal y tiene una buena relación personal con Frank Vogel, pero el técnico ya le ha dejado sin jugar en últimos cuartos en repetidas ocasiones por ser una rémora y con eso sí que no traga el jugador de Long Beach. Que Vogel pueda continuar un año más a pesar de que su puesto lleva meses en riesgo es razón de peso para que Westbrook también vea con buenos ojos el tener una nueva casa la próxima campaña sin tener que renunciar al dinero que desde Oklahoma City tenía ya firmado.
Es curioso porque Vogel parece ser el problema y la solución para Westbrook al mismo tiempo. Según ha informado Adrian Wojnarowski, cada vez son más las voces dentro de los Lakers que están pidiendo dejar a Westrbook fuera del quinteto titular y es el entrenador el que de momento se resiste a tomar esa decisión. Al mismo tiempo, Marc Stein afirmaba que el jugador se ha mostrado “desafiante” cuando se le ha propuesto un cambio de rol en el equipo, aunque fuese para momentos concretos, y que ya ha habido algún problema con compañeros en el vestuario.
El papel de Rob Pelinka, máxima autoridad a nivel deportivo en los Lakers, será decisivo. La rumorología dictó sentencia en el último cierre de mercado: no se había movido para mandar un mensaje a los jugadores, sobre todo a LeBron James, para que deshicieran ellos el embrollo en el que se ha convertido la temporada sin más ayuda. No sólo rehusó cambiar a Westbrook por Wall pese a la presión de la agencia de Rich Paul, la que comparten LeBron o Davis, tampoco valoró el nombre de Buddy Hield como fichaje. “No estaba cogiendo llamadas a varios equipos durante el ‘trade deadline’. Ya era un capullo como agente… No puede hacerle eso a la gente”, señalan dos fuentes anónimas de despachos de la NBA. Pelinka, que conoce los entresijos de estas negociaciones de primera mano por haber representado, entre otros, a Kobe Bryant, aguantó sin cambiar nada del equipo en el mercado de traspasos para hacer ver a los veteranos que la plantilla se había montado a su gusto y, al no funcionar, el problema lo tenían que solucionar ellos solos. D.J. Augustin, un jugador anhelado desde 2020 por esta gerencia, se incorpora ahora como suplente de Westbrook, ahora que quizá es demasiado tarde.
