Los blancos desarman a un gran Joventut con 36 puntos en el último cuarto. Buen estreno de Vincent Poirier: 9 tantos y 5 rebotes. Garuba acaba tocado en un gemelo.
Avance | A 48 horas de abrir el playoff de cuartos de la Euroliga en Estambul contra el Anadolu Efes, el Madrid se tomó con sosiego la jornada dominical. Entendible y, además, se lo había ganado con sus victorias consecutivas ante el Barça y el Lenovo Tenerife que prácticamente le aseguraban el primer puesto. Así que arrancó un poco a verlas venir frente a un Joventut que aprovechó la ocasión para ir con todo, juego abierto, mucho ritmo y acierto de tres para castigar la falta de concentración plena de su rival, que sabedor de su potencial y de su margen en la Liga lo dejó todo para el final. La desventaja alcanzó los diez puntos y aún era de nueve (63-72) a un minuto del final del tercer cuarto tras el enésimo triple de Pau Ribas, que terminó con 20 puntos y 6 de 8 de tres.
El Madrid aceleró justo entonces, aún con Tavares (y Garuba y Llull), y menos de tres minutos después había dado caza a su rival. No llegó ni a mantenerse un rato al rebufo, sino que lo adelantó quitándole las pegatinas. Amontó 20 puntos en los primeros 4:40 del último acto para terminar el cuarto con 36 y 101 totales, quemando millas para dejar sin opciones a la Penya. Que soñó durante 30 minutos con que la victoria era posible. Unos últimos siete minutos largos en los que estuvo en pista Vincent Poirier, que culminó con buena nota su estreno, de menos a más, tras entrar con una notoria falta de ritmo e ir entonándose (concluyó con 9 tantos y 5 rebotes).
La única preocupación que dejó el duelo a Laso fue el problema en el gemelo derecho de Garuba tras un contundente mate del pívot casi al final. El canterano, por cierto, sigue claramente al alza, cada vez con más confianza y seguridad en sus fuerzas, que a veces parecen infinitas. Esta vez se fue hasta los 14 puntos y 12 rebotes (24 de valoración y +17 con él en pista) en 33:15. El técnico estará poniendo una vela en este momento para que no haya lesión, que solo sea una sobrecarga.