Los blancos vencen al Lenovo Tenerife (tercero) 48 horas después de tumbar al Barça (segundo) y amarran el primer puesto. Laprovittola, 21 puntos y 9 asistencias.
La magnitud de un embate no solo depende de la fuerza, sino del momento y las circunstancias y de la calidad del oponente. Y el Madrid ha tumbado en apenas 48 horas al segundo y al tercero de la Liga, al Barça el domingo en el Palau y este martes al Lenovo Tenerife en el Palacio. Y lo ha hecho mermado, tras despedirse de Deck y con la baja de Thompkins, tras venir de jugarse y sacar adelante una parte de la temporada en Estambul. Mérito triple que justifica una actuación poca redonda ante el equipo tinerfeño. Salió pletórico, eso sí, y luego tuvo que reponerse y pelear. Tavares fue el ancla y Laprovittola la figura ejecutora: 21 puntos (5 de 9 de tres), 9 asistencias y 28 de valoración en 24:07. El mejor en pista del Fenerbahçe, decisivo con el 2+1 final del Clásico y ejemplar frente al Lenovo. A los blancos les quedan aún seis jornadas, pero con esta victoria han echado el lazo definitivo al liderato con un balance de 29-1, camino de su récord histórico en la ACB. Tres derrotas menos que los azulgrana y cinco menos que los tinerfeños.
No siempre se puede sobrevivir a la ausencia temporal de Tavares. Pasó en el Clásico, pero no todos los días sucede lo extraordinario. Edy volvió a cometer dos faltas rápidas, la segunda, no la vimos ni en las repeticiones, y su equipo, que había salido en tromba, como si continuara su pulso con el Barça en el Palau de 48 horas antes, se fue apagando hasta quedar en el arcén con las luces de emergencia encendidas. Había pasado de un arrollador 13-2 (la segunda canasta visitante no llegó hasta entrado el minuto 6), con gran defensa y 5 de 6 de tres en el primer cuarto, a perder 26-29, parcial de 13-27 mediante.
El Lenovo empezaba a ver aro y sus bases asomaban la cabeza, Fitipaldo generando para sus compañeros y Huertas leyendo las ventajas y atacando el aro. Antes, buenos minutos de Sulejmanovic y Sergio Rodríguez, el alergo. ¿Y Shermadini? Como siempre, números en progresión geométrica: 9 puntos, 6 rebotes y 15 de valoración en sus 12 primeros minutos en pista.
Laso volvió a hacer coincidir varios minutos a Tristan Vukevic y Usman Garuba, los canteranos. Tristan sufrió en el rebote y, esta vez, para cerrar las penetraciones. Tres faltas más o menos rápidas. Y Garuba se llevaba un fortísimo golpe en la espalda en una caída a plomo sobre su compañero. Los de Vidorreta lanzaba y anotaba el doble de dos que su rival, muy pendiente del triple. Y ahí, un empujón de Alocén con dos dianas, un mate de Abalde y tres libres forzados por Laprovittola dieron otro empujón a los blancos antes del 38-38 del descanso.
¿Qué paso en la reanudación? Que volvió Godzilla (el propio Tavares puso una imagen del monstruo japonés y de Kong como un símil de la pareja que formará con Poirier) y paró temporalmente el avance insular. Dejó unos minutos de entendimiento perfecto con Laprovittola, que anda de dulce, convertido en el jugador de exterior más importe del Madrid. A su ritmo, con mucho bote, pero clave. Y con mucho tiro. Un gran ejercicio de profesionalidad el del base, siempre con buena cara pese a las inclemencias. Ambos se intercambiaron asistencias y ojo a los números. Tavares logró, solo en el tercer cuarto, 11 tantos y 21 de valoración. Lapro, 8 y 11. El resultado, 59-49 y lo levantó el incorrupto Marcelinho Huertas, poco más de un mes de cumplir 38 años. Cargó con todo, 15 puntos entonces y ninguna asistencia, porque no delegó, con protagonismo de sus tiros tras bote ejecutados a una pierna. Una pasada y con Tavares por ahí. Le respondió Carroll, otros 13 tantos en ese tramo en el que ritmo se desató, y Laprovittola, que relevó a Alocén a falta de 5 minutos (67-66) y bajo su batuta el Madrid recuperó la calma y echó el lazo a la victoria. Una más; no una cualquiera. Líder inamovible.