Victoria de brillo ante Francia en Málaga (86-77) con momentos estelares de Pau, Abalde, Rudy, Ricky y el Chacho. A Juancho se le salió un hombro.
Si este fue el último partido de Pau Gasol como profesional en suelo español, también dejó huella. Málaga siempre ha ocupado un lugar simbólico en su carrera, porque aquí empezó todo, en la Copa de 2001. El Carpena se puso de pie para aplaudirlo antes del partido. Pero no fue la única vez que lo hizo. El de Sant Boi, que aparenta una frescura inesperada a sus 41 años y de dos de parón, pandemia incluida, estuvo finísimo. Pau arrancó una victoria de brillo ante Francia (86-77) que abrocharon Abalde, Ricky y el Chacho.
A falta de Abrines, baja por unas molestias y a quien se prefirió no forzar, Alberto Abalde fue el killer anotador en el segundo cuarto. Sus triples permitieron equilibrar un partido que Francia había empezado en ventaja gracias al acierto de Luwawu-Cabarrot. El gallego está apretando los dientes para estar en el corte bueno de Tokio. Y va por buen camino. A su lado apareció Rudy, que cuando huele la gran competición se convierte en un jugador insaciable. En Tokio volverá a tener una importancia capital para el equipo. El segundo cuarto dejó también el susto de Juancho, a quien se le salió el hombro izquierdo. Están con los dedos cruzados en la FEB por el asunto de las lesiones. La ruta hacia Japón está llena de controles y tensión. Francia también tiene lo suyo con Heurtel, mientras espera a Batum.
Un triple de Ricky Rubio abrió brecha en el minuto 24 (54-46). Para el base del Maresme también ha acabado el tiempo de las dudas. En su retiro de El Manou reflexionó sobre la conveniencia de acudir o no a los Juegos, pero en Málaga ya demostró ser un jugador enchufado, con la gloria otra vez en la cabeza. Del MVP en el Wukesong al sueño de Saitama. Ricky tendrá un protagonismo absoluto en la conducción de un equipo y en el que además esta vez Scariolo tendrá el comodín del Chacho. Fogonazos de calidad, talento y experiencia en un jugador que mantiene un sello de distinción y que también participó en abrir el agujero con Francia al principio del último cuarto (70-60). Su nombre retumbó en el Carpena cuando Scariolo lo sustituyó
La Selección sabe que esta vez la preparación va algo más rápida. Además de la baja de Abrines, Alocén y López-Arostegui salieron de la rotación porque el maestro de Brescia necesita ir encontrando ya automatismos. España subió su nivel defensivo respecto a las dos pachangas con Irán.