El australiano, en unos minutos finales excelentes, certifica la segunda victoria azulgrana de esta semana. Calathes supera a Spanoulis como máximo asistente de la Euroliga.
No podía esperar un mejor partido Dante Exum, renovado esta semana, con el que será su equipo hasta final de temporada. El australiano fue el MVP del encuentro, decisivo en los minutos finales e infalible desde el tiro libre. Una fiesta absoluta en el Palau, con victoria azulgrana y récord de asistencias de Calathes. Pero el Mónaco no fue ni mucho menos una comparsa en la celebración culé: dio guerra durante 38 minutos.
No estuvo especialmente acertado el Barça en la primera parte (10/21 en tiros de dos) aunque el Mónaco no se lo pudo muy difícil. Especialmente en el segundo cuarto los de Jasikevicius fallaron cuatro o cinco canastas sencillas, puntos que normalmente suman, lo que les impidió abrir cierto hueco en el marcador. También los puntos del Mónaco, que de la mano de Motiejunas y James se mantuvieron cerca. El americano fue el primero en fabricar la ventaja visitante (6-11) neutralizada por un buen trabajo de Sanli. Pese a ser dos de los mejores equipos en el tiro exterior, insistieron por dentro.
Ninguno de los dos equipos, de hecho, jugó fluido. Calathes no dio ni una asistencia en toda la primera parte, ambos agotaron varias posesiones y, en líneas generales, ninguno sometió a su rival. La ventaja azulgrana empezó a crecer con Hayes-Davis en la pista, muy acertado en todas sus acciones. Tan buenos fueron sus minutos, de hecho, que se ganó el aplauso de Jasikevicius. Un aplauso que el lituano nunca regala.
Motiejunas y el uno contra uno de James mantuvieron el partido empatado, hasta que al borde del descanso Laprovittola sumó una jugada de cinco puntos: técnica más triple y el Barça en una ligera ventaja (42-36). La gran virtud del Barça en la primera parte fue contener el potencial ofensivo del Mónaco.
Batió Calathes el récord de asistencias en Euroliga rápidamente tras el descanso (cinco en cuatro minutos) siendo la mejor muestra de la mejoría azulgrana. Ahora sí anotaba con facilidad el Barça, a la par que seguía manteniendo a raya al Mónaco. Y la distancia en el marcador, lógicamente, se disparó: 57-41. Pero ahí arrancaron justamente los peores momentos del Barça. La entrada de Motiejunas y los triples de Bacon, en los minutos finales del cuarto, evaporaron la distancia en el marcador y dejaron todo abierto para el último cuarto (66-62).
El Mónaco, ya por delante en el marcador, siguió castigando la pájara azulgrana ante las dificultades del Barça para anotar. Cuatro puntos de Calathes en cinco minutos fueron toda la producción ofensiva del Barça en el inicio del último cuarto, que sin embargo mantuvo intactas sus opciones (70-71).
Las entradas de Exum le dolieron al Mónaco (casi tanto como los fallos de Motiejunas) pero fue Calathes, con un robo clave a minuto y medio del final, quien puso el partido de cara para el Barça (82-78). Ya no se les escapó.