Caída con LeBron y un buen Westbrook. Resultados ajenos son los que sostienen la rabia de otro mal partido de estos Lakers.
La historia se repite demasiado para los Lakers esta temporada. No fue una excepción su paso por Houston para enfrentarse a unos Rockets llenos de gallardía, no por una buena clasificación sino por casi lo contrario. Los texanos están fuera de tono, cargando el segundo curso de sufrimiento en el que se juntan jóvenes que tienen que progresar y veteranos que han salido de otros equipos. Que lleguen los Lakers, más si están heridos, es una oportunidad a aprovechar. Así lo hicieron. Les llevaron a un territorio ya explorado por los californianos, las prórrogas, y ahí les asestaron el golpe final.
139-130 en el Toyota Center. Regresaba LeBron James después de su partidazo de 56 puntos y de perderse el siguiente compromiso y terminó con triple-doble: 23+14+12. Westbrook cuajó otra actuación en positivo y también atacar bien el aro contrario Monk, Augustin o Reaves. Pese a esta alineación de bases no frenaron el poderío del novato Jalen Green, autor de 32 puntos (y 10 de los 19 de su equipo en la prórroga).
Lo bueno para los Lakers es lo demás, lo que no controlan. Los Blazers sumaron una ueva derrota abultada, en este caso en la casa de los Jazz, y quedan casi apartados de la pelea por el noveno y décimo puesto. Los angelinos tienen más margen. El otro conjunto que está fuera y queriendo entrar en los puestos de honor es San Antonio Spurs, derrotado por los Raptors en la noche en la que Popovich pudo hacer historia en la lista de entrenadores con más victorias. Los Pelicans, que están décimos, también perdieron y lo hicieron casi por sorpresa en uno de esos partidos con los que cuentas: caída en Orlando ante los Magic. Los de Vogel mantienen una distancia de tres triunfos con los que les quieren quitar el puesto.