Los blancos, muy nerviosos y en otra jornada nefasta en el tiro, pierden en la pista del Estrella Roja. Solo el acierto final de Llull mantuvo la esperanza. Séptima derrota en diez partidos.
Avance | La crisis atenaza al Madrid, tanto, que ha convertido a un equipo con aplomo, con jugadores experimentados, en un manojo de nervios, a los que la situación parece superarles, al menos eso se vio este martes en el Pionir durante muchos tramos del duelo. De derrota en derrota a la espera de que se abra el paracaídas, pero no se abre por más que lo intenta y continúa en caída libre. Sin soluciones válidas de momento, aunque en Belgrado trató de mantenerse unido (20 asistencias con solo 62 puntos). Por actitud que no fuera. Y lo peor ni siquiera fue el desenlace. En la última acción Llull reclama falta antes de intentar el triple lejano y fallido con el 65-62 final, de pitarla hubiera ido a la línea, pero hubiera necesitado un rebote o un robo posterior para forzar la prórroga o ganar.
El Madrid entró a los últimos cuatro minutos siete abajo (57-50) tras marrar 25 de sus 30 triples y, precisamente, el tiro de tres fue el que le dio un hálito de esperanza. Llull y Abalde enchufaron dos seguidos para recortar a uno y tras seis tantos de Davidovac (cuatro de tiros libres, los serbios lanzaron 27), Llull descerrajó dos más en los últimos 70 segundos: 63-62. Restaba 15 segundos, falta rápida y Nikola Ivanovic no fallo. Llull estaba en racha, creyó que le harían falta para que no pudiera forzar la prórroga, pero la acción siguió con un triple forzado. Incluido ese, acabó en 5 de 10 (20 puntos), el único que vio aro junto con Thompkins (dos sin fallo). El resto, ¡2 de 25! Ni Rudy (0 de 7) ni Heurtel (0 de 4) lograron estrenarse pese a su insistencia. Los blancos, además, añadieron 16 balones perdidos. Números que reflejan descontrol y muchos fallos y que impidieron que la entrega y el dominio aplastante en el rebote (42 a 24) le sacara de su postración actual.
Para colmo de males, Laso perdió a Williams-Goss por lesión en un dedo de la mano izquierda, parece que el mismo que le tuvo de baja un mes en noviembre. El Estrella Roja, que iba con todo porque sin los equipos rusos tiene opciones serias de clasificarse, se agarró a las faltas forzadas y a los errores blancos, porque manita tampoco lució: 4 de 16. Nikola Ivanovic y Davidovac destacaron ahí. Sí hizo bien acorralar a los interiores merengues con habituales dos contra uno cuando recibían cerca de la canasta. Séptimo traspié madridista en los últimos diez encuentros, el cuarto consecutivo en la Euroliga para elevar el balance negativo a 7-9 en el último mes y medio.