Acabó con la racha del Bilbao Basket de ocho victorias consecutivas en casa. Pésima primera parte de los ‘hombres de negro’, en una versión desconocida.

El Joventut ha encadenado dos triunfos en tres días y acepta el mano a mano con el Valencia en busca de la cuarta plaza. Si el año pasado era el encargado de dejar caer el telón de Miribilla y ejerció de notario del milagro de la permanencia del Bilbao Basket, que ganó muy fácil, esta vez sentó cátedra y no dio ni la mínima opción. Tarde gloriosa de Tomic Parra y Ribas. El Surne, sin la mentalidad precisa, hizo el peor partido del año en ambos lados de la pista, aunque amagó con reaccionar en el tramo final. Un desastre que acaba con ocho jornadas de imbatibilidad de su cancha.

De momento, el partido, en este amanecer de marzo, traía muchas novedades bajo el brazo. Ya lo representaba el mero hecho de que se jugara un partido en Miribilla, exactamente un mes después de aquella épica ante el Manresa. En ese regreso a la vieja normalidad, el pabellón aún estaba habilitado para disfrutar de sus viejos llenos. Y se notó porque a la gente le costó horrores entrar con fluidez en el recinto. Pero el día con más posible capacidad fue el más silencioso en la primera parte, en la que el Bilbao Basket fue literalmente barrido por el Joventut. Masiulis comparecía tras unos días encerrado en su casa de Lituania por un brote en su selección. El que no andaba por ahí era Bigote, tras su espantada al Le Havre. Y para rematar todo eso, una falta de Tomic a Delgado en el salto inicial, una acción muy pocas veces vista y casi nunca castigada. ¿Qué pensaría el pívot dominicano, que le forraron a hachazo en Burgos semanas atrás sin señalarse nada y que en el segundo cero le dan esa cortesía?

Tal vez por la inactividad (el Joventut se traía el ritmo de haber jugado el viernes ante el Breogán, prórroga incluida) o por el dolor causado en la lejana derrota de Burgos, el Bilbao Basket mostró la imagen descorazonadora, como aquella ya aparcada del origen del curso, que deparó un 0-5. La Penya tenía muy claro el juego que le convenía y lo hizo de cine, con un comienzo abrumador de Busquets. Es una gozada ver a esta gente. Se puso con siete de ventaja y siempre empleó la misma estrategia: un par de pases y el grande se quedaba con el pequeño en la zona. Ante el Baxi al equipo vizcaíno no le fue del todo mal, porque estuvo muy agresivo en los cambios, pero esta vez Tomic ganó el centro de la zona con pasmosa facilidad y desde ahí hizo que la orquesta sonara muy afinada.

El Surne se empecinaba en jugar con Delgado, todo era frontal, sin mover el balón a las esquinas para desordenar a la defensa verdinegra. En los 20 primeros minutos, no dejó ni un segundo de ir a remolque ante un enemigo autoritario. Los ‘hombres de negro’ acabaron el primer cuarto con un penoso 3-11 en tiros de dos y 4-11 en rebotes. La pintura era un solar, estaban obligados a protegerla. Un triple de Ribas, un viejo roquero que se lo pasa pipa en el Olímpic, puso la máxima diferencia: 21-37, a los dos minutos de juego del segundo acto. Ambos desfilaron al descanso con un tanteo muy decantado: 29-44.

La Penya juega muy bien a baloncesto. Porque tiene talento. Va por la calle más directa a la canasta, simplifica el juego. Como en su primera acción tras el descanso: pase al grande, un corte, asistencia del poste y canasta. Para eso está Tomic, que entiende el juego como pocos hombres altos. Su juego con y sin balón debería estudiarse en las universidades del baloncesto. Mumbrú se hartó del caos y cambió al quinteto, algo que siempre se interpreta como un castigo: mando al banquillo a Luz, Goudelock, Walker, Inglis y Delgado. La Penya empezó a recrearse y hasta se permitieron tirar un ‘caño’ a Withey. La ventaja visitante se fue al 42- 60 con dos tiros libres a falta de 11.25 para acabar. Al menos, el equipo vizcaíno sacó el orgullo para ponerse con 60-67 (-6;45, tras tiros libres de Withey). Y tuvo un triple ahí fallado Rousselle para instalarse a cuatro.

Todo quedaba pendiente de un milagro. ¿Daría para repetir la gesta del día de Manresa? La respuesta es no. Duran pidió disculpas “si alguien se sintió mal” por sus palabras del año pasado contra ciertas personas del Bilbao Basket.”Este es uno de los mejores sitios de baloncesto de la Liga”. Mumbrú no se mordió la lengua: “En la primera parte casi se puede decir que nos han bailado. Contra el Joventut si les regalas 20 minutos es difícil estar en el partido”.

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