El esloveno mostró su versión más solidaria y repartió su récord de asistencias, pero cedió ante el mejor Julius Randle de la temporada.

Julius Randle jamás había anotado 44 puntos. La estrella de los Knicks está cuajando la mejor temporada de su carrera en todos los aspectos, defiende más que nunca por obra y gracia de Tom Thibodeau y es una máquina en ataque por culpa de la misma persona. Randle ha pasado de ser un tío molón con muchas carencias a un jugador maduro, que anota con facilidad, tira de tres sin la irregularidad que le caracterizaba, rebotea como nadie, asiste con fluidez y es el líder en la pista. Lo es de un equipo que estaba a la deriva y que ha levantado un entrenador infravalorado, criticado en exceso en muchas ocasiones pero que está demostrando ser mejor de lo que muchos pensaban (pensábamos). Y lo es de una franquicia que, en estos momentos, está en la sexta posición de la Conferencia Este (algo que parecía impensable hace un año), un lugar con el que evitarían un play-in que no quiere jugar nadie y por el que no se merecerían pasar en la Gran Manzana, tras un curso baloncestístico absolutamente meritorio.

Con un partido y medio de ventaja sobre los Heat (séptimos) y dos sobre los Hornets (octavos), los Knicks se acercan a los playoffs. Tienen que seguir sumando victorias en una temporada cuyo calendario está muy condensado, lo que te puede llevar del sexto al octavo puesto con una mala semana. Pero, con poco más de un mes para el inicio de los playoffs, los Knicks están en una posición privilegiada que deberán defender con uñas y dientes, sacando adelante partidos de forma tan inopinada como merecida, tal y como han hecho esta madrugada ante los Mavericks y en Dallas. Y tienen, por cierto, a solo medio partido a Celtics (quintos) y Hawks (cuartos), los dos puestos fetiche a los que todo el mundo quiere llegar. Sobre todo, porque entrar en el top-5 conlleva un rival más fácil en primera ronda, evitando así al tridente mágico que lidera el Este: Sixers, Nets y Bucks. Tres equipos que se han mostrado ligeramente superiores al resto y a los que es mejor no enfrentarse en primera ronda… principalmente, para poder pasar a la segunda.

Ante los Mavericks, Randle sumó 44 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias, con 16 de 29 en tiros de campo, 6 de 11 en triples y 6 de 9 en tiros libres. La estrella, un auténtico todoterreno que hace lo que quiere y es el epicentro del sistema de Thibodeau, ha anotado 9 puntos en el último cuarto, donde ha cedido el protagonismo a un RJ Barret que ha llegado a los 13, para 24 totales. Además de ellos, solo Reggie Bullock (11) y Derrick Rose (15, la eterna juventud), han superado la decena. Bullock y Randle, por cierto, han superado los 40 minutos, mientras que Barret ha llegado a los 46, otra barbaridad del amigo Thibodeau, que sigue con sus cosas y sus manías con un éxito inesperado, pero también inequívoco. El partido ha sido igualado en todo momento, con 12 cambios de liderato y 10 empates, pero ha sido resuelto en un último cuarto en el que los Knicks han llegado por delante y han aguantado las embestidas de un rival que no ha podido hacerse con un duelo que les aleja del sexto puesto con el que evitarían el play-in. Ese que, vaya, sí tienen los Knicks.

Read More