Los blancos no pierden en el Nou Congost desde 1998, cuando los locales ganaron la Liga. Esta vez Janning tuvo un triple para ganar. Deck anotó 13 puntos en el último cuarto.

Avance | Lo que parecía una visita más del Madrid al Nou Congost, una cualquiera en estos últimos 23 años, estuvo cerca de acabar con una de las grandes rachas del baloncesto español, la que dice que los blancos vencen siempre en Manresa desde 1998, dese que el entonces TDK ganara en semfinales del playoff a su rival antes ser el campeón más sorprendente de la historia de la Liga. Los blancos llegaron a mandar por 12 puntos en la segunda parte, pero los locales redujeron poco a poco la brecha hasta tener el tiro triunfal que perseguían para romper la maldición, un triple esquinado de Janning en una jugada perfecta tras tiempo muerto que solo tuvo un fallo, que no entró. Hasta ese instante, Deck había salvado a los suyos con 13 puntos en el último cuarto, 11 de ellos en los últimos 4:30.

La puesta en escena blanca fue bastante buena, dominaba el rebote y encontraba situaciones de tiro, frenado en falta por el rival en varias de ellas. El Real se disparó 2-12 con la mitad de su anotación desde la personal. Cuando el Baxi Manresa ajustó su defensa, el líder empezó a acumular imprecisiones (8 pérdidas al descanso) y errores en el lanzamiento, apenas un 42% en tiros de dos y dos triples tras marrar sus nueve primeros intentos. Laso, ante la doble jornada decisiva de la Euroliga que se avecina, rotó mucho a sus jugadores. De salida, con Tyus y Tavares a la vez en el juego interior (el estadounidense sacaba rédito a su tiro lateral de cuatro metros, 3 de 5, el mejor porcentaje del equipo), y luego incluso con los canteranos Garuba y Tristan Vukcevic. La aparición de Ferrari y la manita de Eatherton, más el buen trabajo general atrás, permitió a los de Pedro Martínez firmar un parcial de los de enmarcar: un 23-7 con el que tomaban ventaja (25-19). Causeur tuvo un tramo de inspiración máxima (7 puntos y el primer triple merengue) y Tavares volvía a cancha para seguir intimidando y taponando (3 en dos cuartos). El Madrid recuperaba el mando con un triple sobre la bocina de Alocén para no perderlo ya hasta el final. En la reanudación daba un pasito más en defensa y en un suspiro forzaba cuatro pérdidas del enemigo, que las pasaba canutas para anotar frente a Edy. Hacía las cosas sencillas en ataque y recuperaba algo de la puntería, todo con Vukcevic (18 años) ejerciendo de cuatro con su buena mano (35-47). El Baxi no quería irse del pulso tan pronto e iba a apurar sus opciones de hacer historia aunque un año más no lo consiguiera. Sin Tavares, el Madrid empezó a hundirse en tierras movedizas y Laso lo recuperó de urgencia tras darle apenas tres minutos de descanso. Es lo que hay, un equipo con Tavares y otro muy inferior sin él, aunque entonces su presencia no desactivo la reacción local. El Baxi es un equipo de baloncesto inteligente, como su entrenador, Pedro Martínez, y sabe moverse en el barro y optimizar sus recursos. Limitó al líder, concediéndole pocas canastas fáciles, y respondió con puntería temple para ir limando poco a poco la desventaja, incluso pese al acierto de Deck. A falta de 7 segundos, 73-75 y bola para el Baxi. La acción culminó con un pase casi de un extremo al otro de la pista en paralelo a la línea de fondo que permitió a Janning lanzar un triple para ganar. Marró y, luego, falta rápida y dos tiros libres de Garuba que sentenciaron pese a la diana desde el medio campo de Dani García sobre la bocina del final. Al Manresa le faltó un punto, al Madrid se le disparó el pulso. Buen ejercicio para lo que se avecina en la Euroliga, que al menos le pille entrenado.

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